lunes, 6 de junio de 2011

PERÚ: Intiwawa, los niños del sol.

Nos levantamos tempranito, casi con el amanecer, para a las 6:45am estar saliendo por la puerta aún medio dormidos. Después de algunas compras de comida para los desayunos y meriendas de nuestros niños del sol nos subimos en la combi llena de madrugadores estudiantes y currantes, y nos acomodamos... si hay suerte. Si no la hay te queda una hora de curvas, baches y acelerones -con sus respectivos frenazos- en una combi con una capacidad máxima de 12 personas donde viajamos 35, mientras sostienes todo tu peso en un único pie y sujetando con una mano una bolsa con dos piñas y un Kg de mandarinas y con la otra toda tu humanidad a una barra de acero. De momento los madrugones se suelen agradecer con acomodados asientos.

                                6.45am                                                                              Esperando la combi en el paradero

                                                                              Nuestra combi: B + azul -> Socabaya!
No cabe na
Hoy he tenido suerte

Como si fuera un reportaje de viaje a través del tiempo empezamos en una urbanización acomodada en Yanahuara, para atravesar barrios más humildes de los alrededores de Arequipa, el rio Chili, el centro de la ciudad, otros barrios más, las chacras* de trigo y  cevada aún verdes, las montañas rocosas que rodean parte de la ciudad, los 3 volcanes siempre al fondo y cuando una nube de polvo seco se cuela por las rendijas para acomodarse encima de todo ser inerte y viviente. Entonces, hemos llegado a San Isidro.


 (*)Chacras: campos de cultivo 

Llegando a Socabaya
                                        El cruce del penal
                               San Isidro

Nos apeamos en "el cruce" del penal (la prisión) y empezamos a caminar hacia nuestra primera parada, un pequeño y muy humilde colegio donde estudian tan sólo 9 jovencitos de diferentes edades que según nos cuentan vienen cada día en una combi desde tierras lejanas. Tan sólo es un Km pero se hace dificil caminar. Son las 8 de la mañana, el sol pega fuerte y el clima es muy seco, además aún no estamos del todo adaptados a la altitud  y ese polvo made in San Isidro no te deja en paz ni un minuto.




Cuando llegamos al colegio preparamos los desayunos y en 15 minutos ya nos estamos yendo. A penas nos da tiempo a saludar a los primeros niños que llegan con un abrazo y mil besos, no sé si por motivos culturales o simplemente porque son un amor, y encaminarnos a la segunda parada: el Jardín.

Vistas de San Isidro desde el patio exterior del Jardín (a la derecha)

Un paseito más y llegamos. En Jardín hay unos 15 niños de entre 4 y 5 años con muchas ganas de aprender... y de saltar... morder... cantar... jugar... Sin duda, 4 horas de lo más entretenidas... y cansadas; pero ante todo divertidas! Tanto que me he aficionado a venir cada día y después de una semana soy la coordinadora de Jardín en Intiwawa, y la "señorita Marta" para los mini-bichos. Eso significa que mientras siga en Intiwawa voy a levantarme cada día a las 6. Wowww!! Bueno 6:10am; 6:15am; a veces 6:25am...jijiji)
Normalmente vamos 2 o 3 voluntarios para dar apoyo a la profesora de Jardín, Norma. Le ayudamos con las actividades, con el almuerzo pero sobretodo con el caos de gritos, golpes y ruidos a veces imposible de controlar. Poco a poco al estar ca da día con ella, con la profesora, vamos cogiendo confianza y cada vez participamos más del desarrollo de las clases. Algunas de lo más interesantes porque aunque los niños, niños son; hay cierta pedagogía muy diferente al primer mundo. Ya os reflexionaré sobre esto más adelante...



Me encantaría presentaros a cada uno de los niños que tengo en clase pero la organización para evitar el efecto Zoo prohibe que hagamos fotos, así que apenas tenemos 4 fotillos que hemos hecho de estrangis antes de entrar a clase.


Cuando llega la 1 es hora de irse. De nuevo paseillo deshidratdo al sol masticando un poco de polvo para parar donde Elba, en "el cruce", para comer un merecido almuerzo a precio San Isidro: 1 euro.
Elba es un encanto y siempre nos recibe con un "jau ar yu?" estupendo. Como ella esta muy interesada en aprender inglés estamos intercambiando inglés por Quechua. 
Cada día una sopita de primero y algo con arroz de segundo; pero antes de comer visitamos a todos los amigüitos de Elba que lamentablemente un dia acabarán en la carta del menú.

En el restaurante de Elba


y las liebres. Ah! Y Elba.


Después de una sobremesa trilingüe y si Intiwawa ya no nos necesita podemos marchar pa casa, pero a veces toca doble turno y hay que volver de nuevo al paseillo deshidratado masticando polvo para ayudar en las Tareas del colegio a los niños de San Isidro. Aquí recibimos a todo el que venga y nos juntamos desde los niñicos de Jardín, hasta jovencitas de secundaria con dudas más que complicadas sobre ecuaciones exponenciales de no sé qué yo sé qué... Demasiadas incognitas, creo...
Lo mejor son los viernes. Como no hya clase al día siguiente las tareas no se hacen sólo se JUEGA!







Dos horitas para convencer a los chavales que hay que hacer las tareas para que llegue la merienda y ahora sí, nos vamos para casa. Como no, paseillo deshidratado -pero con menos sol- masticando polvo. Estamos muertos y queda una hora en combi... algunos caen por el camino.



 

  

Y otros al llegar a casa no pueden más. Así que a descansar que mañana más!!



Atardecer en Yanahuara desde nuestro salón (incluye mancha en el cristal...)




1 comentario:

  1. La puesta de sol de Yanahuara es interesante y apaciguadora... la proxima vez enfocas un poco mas abajo y con luz diurna y asi conoceremos un poco la ciudad que te acoje....AHhhhhhhhhhhhhhh tb. quiero verte en las fotos aunque sea con cara fatigada despues del trabajo bién hecho.
    petons, petons........

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