La llegada a Sucre nos puso de muy buen humor. Después de una temporadita de jerseys de alpaca, calcetines de alpaca, guantes de alpaca y gorros de alpaca por fín nos poníamos las chanclas!!!
Qué pena que el buen humor no durara mucho porque en nuestro querido hostal llamado Hostal Amigo (irónicos!) nos hicieron pagar por ver una peli, por usar internet, hasta por el papel higiénico! Les deseo lo peor: que les quiten de la Lonely !
A pesar de ello vale la pena caminar por el centro, sentarse en la prima de Plz. Cataluña con sus palomas, visitar la Casa de la Libertad para saber un poco más del antiguo Reino de España y tomarse algún café bueno, bueno, bueno en compañía del cariñoso gato Fabriccio. Después de un par de dias por Sucre empiezas a entender donde fue ni que fuera una parte del oro que salía de Potosí.
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