El primer día sonó el despertador a las 6.10am y a las 6.30am ya estábamos desayunando. Pero eso sólo fue el 1º dia. Habitualmente el despertador sonaba 20 veces entre las 6.10 y las 6.40 hasta que nos levantábamos corriendo, nos poníamos lo que fuera y en 10 segundos estábamos dándole los buenos días a Dieter y desayunando en la cocina.
Este era el momento crucial :se decidía que tarea nos tocaba a cada uno y eso definía si tu día iba a ser duro, durillo o duríiiiisimo. Normalmente a causa del machismo arraigado de las zonas rurales latinoamericanas Remy pringaba mucho más que yo. Se siente.
Mientras yo hacía pan, el amontonaba mierda (caca de vaca literal); mientras yo hacía queso, él sableteaba media selva (cortar con sable todas las malas hierbas de Juan Deriva)... Pero aunque había días menos buenos, todos valieron la pena. Nunca imaginamos todo lo que aprenderíamos...
A ir al trabajo en cualquier transporte: andando, en bici de la postguerra, a caballo...
A ordeñar vacas,
A hacer queso con la leche de las vacas que ordeñaste,
A cortar, pelar y lo peor: cargar caña de azúcar...
Al menos puedes ir haciendo tentenpies dulces...
En el trabajo diario a veces surgen conflictos laborales entre los compañeros, pero si tienes cerca un sable afilado todo se soluciona mucho más rápido.
Así que seguimos con el trabajo...
a preparar la comida con lo que hay por la huerta,
A hacer miel de caña con la caña que recogiste,
A amansar a un caballo aún algo salvaje cómo Choca,
Cada vez un poquito más cerca...
A pelar, desgranar y moler maiz,
A trasplantar coliflor, tomates...
A arreglar caminos, tapando baches...
A hacer jugos naturales de maracuya, naranja, limon, grey...
A buscar huevos cada mañana... antes de que algun animal de la selva se los comiera. Porque teniamos un ladron que hasta se llevo los huevos de plastico que motivan a las gallinas a poner mas!
A dar de comer a los caballos,
A plantar caña de azúcar para el año que viene poder hacer más miel,
Y millón de pequeñas y grandes cosas más!! Y con todo esto... hasta ampollas nos salieron!! Somos blandos y tenemos manos de ciudad...
Este era el momento crucial :se decidía que tarea nos tocaba a cada uno y eso definía si tu día iba a ser duro, durillo o duríiiiisimo. Normalmente a causa del machismo arraigado de las zonas rurales latinoamericanas Remy pringaba mucho más que yo. Se siente.
Mientras yo hacía pan, el amontonaba mierda (caca de vaca literal); mientras yo hacía queso, él sableteaba media selva (cortar con sable todas las malas hierbas de Juan Deriva)... Pero aunque había días menos buenos, todos valieron la pena. Nunca imaginamos todo lo que aprenderíamos...
A ir al trabajo en cualquier transporte: andando, en bici de la postguerra, a caballo...
A ordeñar vacas,
A hacer queso con la leche de las vacas que ordeñaste,
A cortar, pelar y lo peor: cargar caña de azúcar...
Al menos puedes ir haciendo tentenpies dulces...
En el trabajo diario a veces surgen conflictos laborales entre los compañeros, pero si tienes cerca un sable afilado todo se soluciona mucho más rápido.
Así que seguimos con el trabajo...
a preparar la comida con lo que hay por la huerta,
A hacer miel de caña con la caña que recogiste,
A amansar a un caballo aún algo salvaje cómo Choca,
Cada vez un poquito más cerca...
A pelar, desgranar y moler maiz,
A trasplantar coliflor, tomates...
A arreglar caminos, tapando baches...
A hacer jugos naturales de maracuya, naranja, limon, grey...
A hacer pan y pizza en el horno de leña,
A buscar huevos cada mañana... antes de que algun animal de la selva se los comiera. Porque teniamos un ladron que hasta se llevo los huevos de plastico que motivan a las gallinas a poner mas!
A dar de comer a los caballos,
A plantar caña de azúcar para el año que viene poder hacer más miel,
Y millón de pequeñas y grandes cosas más!! Y con todo esto... hasta ampollas nos salieron!! Somos blandos y tenemos manos de ciudad...