En la península de Chocó, Caurganá es un pequeño puelo cerquita de Sapzurro, en la frontera Panameño-colombiana. Hace unos años, esta zona era peligrosa por a existeca de las Farq's, pero actualmente, es una zona de vida traquila y cada vez más turistas debido a sus preciosas playas y selvas.
En Colombia el "frito" y la "fritanga" no tienen connotaciones negativas. De hecho, las empanadillas son una fritangada pura, aunque no puedo decir que estén malas, si no todo lo contrario......mmmmmm
Bajada a la playa...por cierto, las escaleras de Panamá también estaban mucho mejor.
Vecinos vigilantes...
Y alrededor del puente roto, se había generado como una especie de campamento provisional. No sabemos si para ver cuánto podía llegar a abrirse la brecha...
Nos alojamos en el hostel Uvito, a pie del puerto, con una preciosa terraza con vistas al mar, para adaptarnos poco a poco a la vida en tierra después de los 5 días en velero. Y nos dedicamos a aprovechar la playa antes de viajar a Cartgena.....
En Colombia el "frito" y la "fritanga" no tienen connotaciones negativas. De hecho, las empanadillas son una fritangada pura, aunque no puedo decir que estén malas, si no todo lo contrario......mmmmmm
Nos gustó probar con Rebeca, nuestra amiga "gringa" del barco, las nuevas frutas que nos ofrecía Colombia. De hecho, repetimos cenar en "Donde el mocho", porque nos traían frutas diferentes para probar en jugo, que puede ser en agua (zumo) o en leche (como un batido). Hay muchísimas frutas que ni existen en España. Para aclararnos con la frutidiversidad, vamos apuntando en el móvil los nombres y si nos gustaron o no: Lulo= rico / Borojó= raro, sabe como a carne/ Guanábana= si, buena aunque algo dulce de más--
Nos estamos aficionando a los jugos tanto que creo que nos brilla más el pelo.
En Capurganá no hay coches, son carros de caballos, algunos como éste tuneados con sillas de plástico.
El tercer día, hicimos una excursión muy divertida y surrealista a una playa de Panamá...como ya estábamos en Colombia, teníamos que cambiar de país. Después de coger una lancha que más bien parecía una atracción de Aquapark por los botes que daba, llegamos a la frontera "playera" que hay que cruzar para ir a La Miel.
En el punto medio, había un monolito pintado de blanco con las banderas de los dos países: Colombia a un lado, y Panmá al otro. Seguramente, lo debía haber pintado un panameño, pues las escaleras de su lado estaban pintadas, pero la parte colombiana , no :).
Tuvimos que entregar el pasaporte en una trinchera de lo más belicosa (sacos apilados, telas mlitares de camuflaje..), pero que compartían los militares panameños y los colombianos...nos quedamos con la duda de qué tipo de función ejercía tal construcción surrealista, si ambos países convivían en ella. ¿Se estarían escondiendo de alguien?
Bajada a la playa...por cierto, las escaleras de Panamá también estaban mucho mejor.
Vecinos vigilantes...
Al cruzar a Panamá, había varios puestos militares, pero todo esaba muy tranquilo. En estos últimos años, han conseguido aislar a las Farqs en el Darien panameño (selva de la frontera) y estos pueblos se han vuelto de lo más pacífico. De hecho, los militares que vimos en La Miel estaban jugando al basquet o durmiendo la siesta...no parecían muy preocupados.
La playa era muy bonita, así que mereció la pena el paseito a pleno sol. Aprovechamos para ponernos aun si cabe más morenas, disfrutar del agua, Martus de un coco-loco para beber, de unos niños que nos traían iguanas (que espero al fnal no fueran para comer, aunque todo apunta a que sí) y de ver cómo los pelícanos se tiraban en picado para pescar peces. Qué maravilla de papada sorpresa!!
Lo único malo, es que, como en muchas partes de centroamérica, abundaba la basura...así que en lugares puntuales la playa de La Miel era literalmente la playa de "la mielda".
Y llegó el momento de romper los días relax de playa e irnos a Turbo, que es el punto de unión con el resto de Colombia, pues de Capurganá solo piedes salir en barco. El camino en lancha era conocido como "el barco de la muerte" y habíamos leído en la Lonely y en otros foros historias super dramáticas de mareados y amoratados que habían sufrido las 3 horas de barco Capurganá-Turbo. Además, el día anterior vimos a una cihca que llegaba casi llorando de barco...y, para más inri, la experiencia a Sapzurro para ir a la playa de la Miel había sido dura, porque la lancha era ínfima y las olas muy altas, asi que nos pasamos esos 15 minutos dando botes, con la barriga encogida y los hombros rebentados.
Total: que stábamos cagadas!! Allí nos fuimos al puerto, a las 7 de la mañana, biodraina y mp3 en mano para distraernos y pensado que iban a ser las 3 peores horas de nuestra vida...Pero al final ni tan mal!!!De hecho queremos lanzar desde aquí un mensaje de esperanza a todos esos mochileros que no quieren coger avión para cruzar la frontera: "Tranquilo, si os acojonais lo suficente no os parecerá tan duro.Ah, y coged la lancha de Sapzurro, que luego la de Turbo os parecerá un yate de lujo".
Esta era la lancha de Sapzurro....al rico bote!
Llegamos a Turbo, contaminadísimo pueblo con aguas sucias y peces muertos (algunos con 3 ojos como los de Los Simpsons), que olía a huevo podrido...menudo cambio!!Y qué pena toda esa contaminación!
Allí tuvimos una mala experiencia con una chica noruega (Mina) a la que le habíamos prestado unos 10 dólares el día anterior en Capurganá. De hecho era nuestra vecina, y como no había cajeros en el pueblo, le dejamos dinero para cenar hasta que pudiera sacar plata en Turbo. Pero llegado el barco..se nos escapó!Andaaa, que morro! Nos hizo la del chepas la tía! Y qué práctica debía tener, porque fue raro no encontrarla con lo rubia y rosita que era y lo que llamaba la ateción entre todos los morenos.
Mina: o mereces denominarte a tí misma mochilera, pues hasta el momento todos los viajeros que hemos conocido destacan por su solidaridad y altruísmo, y tú nos engañaste de la forma más ruin!!
De Turbo nos fuimos a Cartagena en un incomodísmo jeep, de nuevo dando botes, pero ahora en tierra.
Y en mitad, parada técnica en Montería, porque las lluvias habían rebentado un puente y no se podía cruzar en coche, así que coge mochilas y crúzalo a pie.. La brecha era una pasada.
Y alrededor del puente roto, se había generado como una especie de campamento provisional. No sabemos si para ver cuánto podía llegar a abrirse la brecha...
Allí cogimos otro bus, intentado negociar el mejor precio entre los múltiples "Relaciones Públicas" que tienen los conductores de bus (y que te cobran lo que les da la gana y luego se reparten la plata en tu propia cara). Menos mal que nos tocó delante, donde solo van las "reinas".
Cuando he visto el coche de caballos, me ha dado la risa......si hubiese puesto otras tres sillas sin patas al otro lado hubiese equilibrado más el peso...pobre caballo seguro que acaba cojo de la pata izq.
ResponderEliminarHasta ahora reinas....nos pasamos al @