Despues de pasar unos dias en San Pedro viendo cada mañana el lago Atitlan no nos podíamos ir sin pegarnos un chapuzón. Así que aprovechamos la espera del minibus que nos llevaría a Antiguapara darnos un bañito en Panajachel. Y como la espera era latina, tambien nos dio tiempo a echar una birra, charlar con Petrona, comprarnos unas pulseras... y más!
No sé si se aprecia, pero así es más o menos es como queda una terracita varnaiega si la adornas a lo navideño.
Por Antigua paseamos por el mercado donde pudimos degustar un vatido de fresas y un bocadillo de Ketchup con un poquito de pollo.Mmmm...
Una vez mas superamos (bueno... casi) nuestros impulsos consumistas mientras visitábamos el mercado de artesanías. La tentación vive ahí dentro!
Niñas! no se como resistis la tentación yo me lo compraria TODO!!!
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